El índice de masa corporal (IMC) es una medida ampliamente utilizada de grasa corporal basada en la altura y el peso de una persona. Es importante para determinar la candidatura del paciente para la cirugía plástica cosmética porque ayuda al cirujano a evaluar la salud general del paciente y los posibles riesgos quirúrgicos.

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Tener un IMC fuera del rango saludable puede aumentar el riesgo de complicaciones quirúrgicas, como infecciones, mala cicatrización de heridas y coágulos de sangre. Los pacientes con un IMC demasiado alto también pueden tener afecciones médicas subyacentes que aumentan el riesgo de complicaciones relacionadas con la anestesia. Por otro lado, los pacientes con un IMC demasiado bajo pueden no tener suficiente grasa corporal para favorecer la curación y pueden correr riesgo de desnutrición.

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Por lo tanto, los cirujanos estéticos suelen utilizar el IMC como herramienta de detección para identificar a los pacientes que pueden no ser buenos candidatos para una cirugía electiva. En general, se considera que los pacientes con un IMC entre 18,5 y 24,9 tienen un peso saludable y tienen menor riesgo de complicaciones. Sin embargo, el rango de IMC ideal puede variar según el tipo de cirugía y otros factores individuales.